La historia del movimiento obrero representa una de las páginas de oro de las luchas sociales en el país. Recordarla constituye un homenaje a todos esos hombres que nos entregaron sus ideales y el deseo de justicia social. La recapitulación de más de ocho décadas de vida de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) es un orgullo y una oportunidad para mostrar la gran participación de nuestra central en la construcción del México moderno.
Sin duda alguna, el ejercicio sindical de la CTM está ligado directamente al pueblo y a sus aspiraciones: un mejor salario y un mejor nivel de vida para sus familias. Durante más de 80 años hemos alcanzado conquistas trascendentales como el derecho de huelga, la libre sindicalización, la jornada de 8 horas, el acceso a contratos colectivos, el derecho a la salud y a la vivienda, los tribunales laborales, y una pensión tras el retiro.
Tras la Revolución Mexicana, amplios sectores de la población se incorporaron a la vida sociopolítica y económica del país, con el deseo de fortalecer a los obreros. En aquella época, el Presidente Lázaro Cárdenas concientizó a los trabajadores sobre su importancia como agentes de cambio social.
El punto culminante de ese proceso fue la creación de nuestra Central el 24 de febrero de 1936, cuyo momento histórico sintetizó el esfuerzo del proletariado nacional, constituyendo una organización capaz de luchar por la sociedad a la que aspiran las y los trabajadores.
En este proceso de la historia cetemista surgieron a lo largo y ancho del país, entre los años de 1936 a 1950, las 32 federaciones estatales y regionales, así como cientos de sindicatos nacionales y de industria. Hoy se puede afirmar que muchos congresos se han llevado a cabo en la vida sindical del país; pero seguramente ninguno ha sido tan determinante en el devenir histórico del movimiento obrero como el que dio origen a la CTM.
Nuestro primer Secretario General fue el Dr. Vicente Lombardo Toledano. En 1941, Fidel Velázquez es electo como Secretario General de quien su labor, junto a la de otros sindicalistas, fue fundamental para la creación de una institución que brindaría atención médica a los trabajadores: el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En 1947 Fernando Amilpa es designado como dirigente nacional. Él es recordado como un luchador infatigable en favor de las mejores causas de las y los trabajadores.
Para 1950, Don Fidel retorna al cargo (el cual finalizaría hasta su muerte, en 1997). Durante los años que estuvo al mando, nuestro líder trabajó con el espíritu de lucha de los trabajadores, por lo cual se le identificaba por su exacerbado patriotismo. Estas décadas fueron para el movimiento obrero mexicano un período de gran estabilidad laboral y modernidad.
De 1967 a 1974, la Confederación de Trabajadores de México retoma el debate sobre la formación profesional y vivienda, el cual constituyó un antecedente a las reformas de la Ley Federal del Trabajo en materia de capacitación y adiestramiento, y la creación del INFONAVIT en 1972, en cuyo hecho tuvo gran participación Don Joaquín Gamboa Pascoe.
El 28 de noviembre de 1982, el entonces Presidente José López Portillo inauguró nuestro edificio sindical en la Ciudad de México, mismo que simboliza la unidad y fortaleza del movimiento obrero.
Ya para finales de 1998, con Don Leonardo Rodríguez Alcaine como Secretario General, resurge uno de los sectores más importantes de la Confederación, el femenil. Derivado de esto, en diferentes foros nacionales e internacionales se promovió una mejor comprensión en la legislación a favor de las trabajadoras. También se impulsó la creación de centros de capacitación y adiestramiento, en función de la productividad con calidad.
Al inicio del nuevo milenio, coincidiendo con el cambio de partido en el Gobierno Federal y, ante el pluralismo ideológico que se vivía, inevitablemente se modificaron las relaciones entre el sindicalismo y el Poder Ejecutivo; sin embargo, esto no impidió que el movimiento obrero participara activamente en la política del país, y en la defensa de sus derechos.
El año 2005 fue un año de luto para la CTM. En agosto fallece nuestro líder Rodríguez Alcaine. Tras su deceso, el licenciado Joaquín Gamboa Pascoe, dirigente de la Federación de Trabajadores del Distrito Federal, toma las riendas cetemistas. Hombre de convicciones y trabajo, siempre fue crítico –pero al mismo tiempo respetuoso- hacia el Ejecutivo, la ley y sus instituciones. Desde el inicio de su gestión, Don Joaquín conminó a tener un diálogo abierto con todos los sectores del país.
Con el apoyo y guía de Gamboa Pascoe, diversos cetemistas ocuparon lugares en las Cámaras de Senadores y de Diputados, compañeros líderes con el objetivo de representar y privilegiar los intereses de México y de los trabajadores.
En 2010, de acuerdo con los estatutos que rigen nuestra Central Obrera, es designado Secretario General Sustituto, Don Carlos Aceves del Olmo, quien Como Presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados, llevó a cabo todas las negociaciones de la Reforma Laboral en el 2012.
En 2012 y, tras los Gobiernos de alternancia, la sociedad organizada celebró un nuevo triunfo: el regreso del PRI a la Presidencia de la República, en la persona del licenciado Enrique Peña Nieto.
La CTM, a través de su dirigente el Lic. Joaquín Gamboa Pascoe, apoyó las diversas iniciativas del Presidente de la República, cuyos objetivos fueron: un México en paz, con justicia, unidad y desarrollo. Nuestra Central expresó en aquel entonces su pleno apoyo a este valioso programa presidencial, y le reiteró al Jefe de la Nación, solidaridad con su gobierno.
El 7 de enero de 2016, sorpresivamente los cetemistas se enlutan ante el fallecimiento de Don Joaquín. Con este acontecimiento, una nueva etapa de la vida institucional de la CTM daría inicio. Tras la reunión del Comité Nacional, se designa por unanimidad a Don Carlos Aceves del Olmo para dirigir el destino de esta Central. Lo que lo convierte en el sexto Secretario General en nuestra historia.
El dirigente de la Federación de Trabajadores del Distrito Federal, desde el 18 de agosto de 2005, es una persona que ha trabajado toda su vida y ha recorrido todo el país, por lo cual conoce y reconoce la problemática de cada entidad. Don Carlos Aceves del Olmo sabe dar su lugar, en la historia de la CTM, a los hombres y mujeres que han luchado por los derechos de los trabajadores.
Nuestra Confederación, a través de los años, logró su consolidación gracias al esfuerzo de mujeres y hombres de todo el país, así como de los dirigentes de federaciones estatales y regionales, de los sindicatos nacionales de industria y de empresa, mismos que han contribuido en la construcción de esta gran estructura cetemista.
Es así como llegamos a 84 años de vida de la Confederación de Trabajadores de México. La que con el paso de los año, ha fortalecido sus principios políticos, sociales y sindicales que se planteó desde su creación, hasta llegar hoy a ser un detonador de la justicia social y la principal promotora de las causas del movimiento obrero organizado de México.